Modelar un comportamiento saludable
Tus propios hábitos importan (más de lo que crees)
Los niños no solo escuchan, sino que imitan. Si les decimos que dejen de ver la televisión, pero se quedan mirando el móvil durante la cena, lo notan. Si decimos "¡Apaguen la pantalla!", pero echan un vistazo al reloj inteligente en medio de una conversación, lo notan.
No tienes que estar sin pantallas, simplemente Ten cuidado con tus señales:
- Narra tu uso:“Estoy mirando el clima y luego guardo mi teléfono”.
- Crear zonas de amortiguamiento:“No se permiten teléfonos mientras comemos juntos”.
- Silenciar notificaciones durante el juego o la hora de dormir, incluso las distracciones sutiles erosionan la conexión.
Pequeños cambios en el comportamiento de la pantalla pueden tener un gran impacto en cómo los niños ven los dispositivos.
Crea rituales sin pantallas
Las pantallas no son el problema – desconexión Así que crea momentos que se sientan cálidos, confiables y sin tecnología. No tienen que ser grandes ni largos, solo necesitan ser... intencional y consistente.
Intentar:
- Charlas de desayuno En lugar de dibujos animados matutinos
- Paseos nocturnos de 10 minutos sin teléfonos
- Hora del cuento sin dispositivos antes de acostarse
- “Control del contacto visual” Donde te detienes para mirar y sonreír: suena tonto, pero importa.
Estos pequeños rituales se convierten en el ancla emocional de su hijo: más relajantes que cualquier pantalla.
Conexión como buffer
Cuando los niños se sienten vistos y conectados, es menos probable que se obsesionen con las pantallas. Incluso... 10 minutos de juego concentrado y dirigido por el niño por día Puede reducir los antojos de pantallas y reducir las rabietas posteriores a ellas.
Como lo expresa la Dra. Laura Markham: Los niños necesitan vitaminas emocionales a diario. Jugar es una de ellas.
Intentar:
- Tú lideras el juego. Yo te seguiré durante 10 minutos.
- “Dime qué está pensando tu juguete”.
- “Construyamos una torre y luego la derribaremos juntos”.
Estos focos de conexión son los que realmente regulan el uso de la pantalla, no los temporizadores, los castigos ni el contenido sofisticado. Los niños no necesitan menos tecnología, necesitan... más nosotros.
Explorar esta guía
- Introducción
- Los conceptos básicos del tiempo frente a la pantalla
- Desarrollar hábitos frente a la pantalla
- Cómo manejar las emociones de los niños frente a la pantalla
- Usar las rabietas frente a la pantalla como una oportunidad
- El enfoque de toda la familia
- Dar ejemplo como padre
- Alternativas sin pantalla
- Desarrollando rituales familiares
- Cómo manejar situaciones de tiempo frente a la pantalla en el mundo real
- Contenido de pantalla recomendado para niños de 2 a 6 años
- Conclusión