Estimado padre que lee esto:

Probablemente hayas hecho clic en esta guía en un momento de culpa. O confusión. O frustración. Quizás tu hijo pequeño acaba de tener su tercera rabieta con el iPad. Quizás ya perdiste la cuenta de cuántos programas has permitido hoy.

Aquí está la verdad que nadie te dice lo suficiente: Estás haciendo lo mejor que puedes. Y eso es suficiente.

Las pantallas no son el enemigo. Son herramientas: a veces útiles, a veces usadas en exceso, a veces un salvavidas. Lo que más importa es... cómo Nosotros los usamos y lo que nuestros hijos ven de nosotros cuando lo hacemos.

Esta guía no está aquí para hacerte sentir mal. Está aquí para ayudarte:

• Encuentra el ritmo de tu familia
  
• Confía en tus instintos
  
• Haz cambios lentos y amables que realmente funcionen
  

No lo conseguirás perfecto. No te preocupes. Tu hijo no necesita la perfección. Necesita... tú – imperfecta, amorosa, intentando.

Así que aquí vamos a tener menos batallas, más risas y una crianza en el mundo real en todo su desordenado y hermoso esplendor.

Tú puedes con esto. 💛